Cuando un destino se vuelve
turístico, en algún momento perderá su encanto ¿y por qué el ser humano siente
la excesiva necesidad de colonizar todo?
I Hate Traveling: A Travelogue del escritor estonio Keijo Kangur, es un texto de jornada el cual aborda la visión de un pesimista respecto a lo que es viajar.
El
destino a recorrer: Eslovenia; a natura, será toda una proeza el arribar a ese
territorio por todo lo que el protagonista divulgará a través de sus líneas.
Aguardar
en un aeropuerto, palpar la demora de un vuelo para despegar, los precios
elevados para adquirir insumos dentro de ahí… ¿Por qué tolerarles?
¿Desde
cuándo el ser humano siente la necesidad viajar? Una cosa es ser nómade, otra
ser un turista que busca aventurarse… ¿A qué?
En
apariencia, se cuenta con la existencia de un instinto de exploración que el
ser empleará para conocer mejor su entorno.
¿Qué
caso tendría explorar un parque de diversiones donde hay personas disfrazadas
cuyas condiciones laborales pueden ser deplorables?
¿Importa
pasar todo el tiempo bajo el lujo de un hotel el cual cuenta con todo? Pero, se
desconoce lo que hay allá fuera ¿y es como no estar ahí?
Los
alimentos, ¿cómo saber que todos los ingredientes son aptos para consumo humano
y si algo no produce salmonelosis para luego arruinar todo?
¿Cuál
es el objeto de la exploración? Recorrer la historia, ¿de qué? ¿De los
predecesores? ¿A ellos les importará que conozcamos algo de éstos?
Pasear
en familia, ¿para qué? ¿No pueden caminar dentro de sus casas ya sea en la sala
o en el patio trasero? De haber amplitud, claro es.
Un
parque podría ser la solución, aun así la gente quiere conocer un lugar lejano
para no sentir que se pierde el tiempo… Y después, ¿qué?
¿Qué
hay cuando por efemérides ni siquiera hay establecimientos abiertos? De
encontrarse una tienda de conveniencia, sería salvífico para la ocasión.
Sea
como fuere, ¿importarán las fotografías de la evocación? ¿Para qué tomar
grabaciones si tarde o temprano terminarán siendo eliminadas?
Uno
estuvo en tal lado, otro día en otro… Ajá, ¿y qué más da? ¿Qué encontramos para
luego decir que todo fue inolvidable? Lo que eso signifique…
Para
colmo, ¿el viajar posee sentido alguno y cuál sería? Por instantes se cambia de
panorama, luego el resto formará parte del pretérito.
Entonces,
¿de qué sirvió todo esto? Cada vez, todo se torna en destino turístico y para
entonces, ¿Disneyland será un museo sacro de…? Sí, eso.
Por último, ¿párvulos por doquier? ¿Molestos y corriendo sin autorización de su progenie? Claro, los desatienden y los demás, a pagar por su avilantez.
¡No olviden comentar, por favor! ¡Éxito en todo momento!
Disponible en:
Una buena imagen de lo que para mí, es "turistear", con lo que se confunde el "viajar", ese llegar a lugares repletos de otros seres que pelean por tomar la foto, y enviarla por las redes, cada día se expande más, lamentablemente, gracias por la recomendación, un abrazo grande
ResponderEliminarMuchas mercedes por comentar Themis, coincido con tu aportación y precisamente, cualquier nimiedad es signo de competencia.
EliminarEntre plataformas como Instagram, TikTok y las que emerjan en el trayecto, producen que algunos muestran las fruslerías de sus acciones sólo por tener hartos 'Me gusta' y así.
Muchas gracias por comentar, agradezco tu atención y te deseo todo el éxito del mundo. Un amplexo, hasta la próxima.
Uy, muchas gracias por tu apoyo, que me hizo conocer tu blog, en el que me llevarás a deliciosos viajes! Estupendo, qué bueno que llegué aquí. Un abrazo grande! 🌹
ResponderEliminar¿Cómo estás, Maty Marín? Agradezco tu apoyo por igual, asimismo permaneceré expectante a tus venideros artículos.
EliminarTe deseo todo lo mejor, reitero mi gratitud y se bien recibida a este recinto; hasta pronto, éxito.