La ancianidad, ¿equivalencia a sapiencia? Quienes arriben a esa etapa, ¿podrán sentarse a relajar para fruir de la vida o no siempre es así?
En la peluquería del autor noruego Kjell Askildsen, es un cuento el cual pese a su cortedad tiene muchas cosas por relatar entre líneas.
En el texto, ¿qué hacer cuando los tiempos parecen haber engullido toda clase de recordaciones del protagonista y entonces qué quedaría?
Máxime
cuando se padecen dolencias y el rendimiento físico no es el más óptimo para
siquiera pasear un poco, ¿sería la finitud de todo?
¿Qué
expresar cuando ya no todo resulta tan reconocible a la vista, y mucho menos
parece no ser más el tiempo propio?
Muchas
veces la gente parafrasea que el mundo es de los mancebos, ¿en dado caso los
ancianos no pueden gozar de lo mismo? ¿No hay forma de que aporten
conocimientos y experiencia en distintos tópicos?
No
en sí en tareas deportivas o parecidas, ¿qué tal en donde puedan ofrecer
asesorías y consultas a temas alusivos sobre la vida misma?
¿Cuándo
es encentar a esmorecer? ¿Qué momento es el designado para retirarse y nunca
más retornar?
Cuento que dejará impregnadas las esencias de cada ser, y valorar si un provecto es inservible o más bien, nadie entiende nada.
¡No olviden comentar, por favor! ¡Éxito en todo momento!
Otros cuentos del autor:
María: El circular del tiempo que desvelará todo...: aquí
Ajedrez: La vitalidad azarosa...: aquí
En el café: Sobrevida en retrospectiva: aquí
La colisión: Aguardar por lo ineluctable: aquí
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