Eso de ser uno mismo no cualquiera
puede materializarle puesto que conllevaría a asumir las íntegras
consecuencias, sea como fuere ¿por qué no intentarle?
American Splendor (2003) es una película dirigida por Shari Springer Berman y Robert Pulcini, protagonizada por Paul Giamatti y Harvey Pekar.
Premio
Una Cierta Mirada en el Festival de Cannes del 2003, postulación a los Premios
de la Academia en la categoría de Mejor Guion Adaptado en el 2004.
Entre
la realidad y la ficción, se conocerá tanto la labor artística como
parcialmente la propia vida del historietista estadounidense Harvey Pekar.
¿Por
qué costaría harto trabajo el desarrollar la personalidad propia y hay quienes
critican a aquéllos que sí en verdad buscan emplear el criterio propio?
Algunos
explanan «no me importa lo que la sociedad exponga», «no me mantienen» o «hago
lo que me place» cuando en el fondo ¿no es falencia pura?
Porque
a la postre, buscarán la aquiescencia de la colectividad en aras de no ser arbitrados
por sus equívocos; en dado caso, ¿para qué quejarse?
En
caso de soliviantar los ánimos de quienes nada les deban, tarde o temprano
habrán de enclaustrarse en su propia calígine al no admitir los hechos.
Quienes
tengan algo que escrutar ante el mundo y de consiguiente compartirle, en la
mira de los ponzoñosos y envidiosos podría estarse.
Externado
así, si alguien habrá de coruscar ¿otros se obcecarán y no procurarán persuadir
sea lo que les motive a perennizar en este mundo?
No
todos nacemos para ser superhéroes, protagonistas de alta beldad o los buenos
sin mácula —en la realidad no son existentes, ¿o aún lo creen algunos?
¿Es
preferible cubrir los cánones sociales o ser uno mismo? Con lo ulterior, pues
podría estarse ocasionalmente en la soledad más ahíta…
Aun
así, quien le asuma se percatará que la existencia tendrá un período de
expiración y gústese o no, andar por la vereda propia tendrá su precio.
Maguer
de seguir lineamientos ajenos, en determinado momento, pesarosos cesarán al no
haber encarado cada pavura suya…
No
existirán decisiones simples, los resultados de las elecciones divulgarán su
veredicto y sólo uno sabrá si mereció la pena el esfuerzo o no.
Una
cosa más, ¿entretención o cultivación? No es negativo el tener divertimientos
pero, ¿por qué habría de olvidarse el intelecto y el raciocinio?
¿Por
qué fijarse en la vacuidad de los productos —literarios, cinematográficos,
musicales…— en lugar de algo que produzca cavilación?
Asimismo
el tiempo, ¿lo despeñamos, lo exprimimos o en sí qué le hacemos? A esta existencia,
¿a qué se vino y cuál sería su propósito?
Lo que fuere, a esta vida se viene a guerrear y ésta culminará hasta que yazgamos en el óbito —o con premura, nosotros mismos sucumbir sin más.
¡No olviden comentar, por favor! ¡Éxito en todo momento!
¿Dónde conseguirle y/o mirarle?
HBO Max (México): aquí
Artículos sobre la película (inglés):
American Splendor (Roger Ebert, RogerEbert.com): aquí
Interview with the Directors... (Steve Head, IGN): aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario