miércoles, 14 de julio de 2021

Yo sobreviví al bullying: Un testimonio genuino respecto a alguien que padeció este malestar

 




Para contactar directamente al autor, favor de consultar sus redes sociales: Facebook, aquíTwitter, aquí; Sinopsis del libro en cuestión: aquí.


¿Por qué pensar que el acoso escolar es un juego de infantes y no algo que puede afectar la vida de una persona más adelante?

Yo sobreviví al bullying del autor español Cory Eiland (seudónimo de Daniel Sánchez de la Nieta Rico), es un testimonio verídico sobre su etapa escolar.

¿Cómo es que un acosador buscaría siempre verter su frustración en terceros quienes nada tienen que ver con su malestar emocional? Cierto, todo el mundo sufre a diario y es difícil lidiar con los momentos ínfimos.    

Aun así, ¿se justifica lo que el victimario comete? ¿Qué decir de los docentes que en absoluto mueven un dedo para resolver estos incidentes, e inclusive, parecieren temerle a los agresores?

Sin omitir a los directores que lejos de propiciar un ambiente armónico para todos, disimulan la mirada en aras de no generarse problemas ellos mismos (o no alterar los intereses de la escuela, claro es.)

Eiland nos relata lo doliente que puede ser acudir a la escuela, pensando en ser amedrentado y olvidarse de vivir una etapa libre de mordacidades; es decir, la parvulez se torna un suplicio en lugar de ser algo digno de placidez.

Caso peor, es no denunciar ningún hecho por pavura a represalias y el mismo autor relata que esto por nada del mundo debe ser silenciado; hay que alzar la voz, no detenerse ante nadie… ¿se quiere un mundo de afectados y sin ningún tipo de solución? ¿Otros deben hacerlo en lugar de tomar la iniciativa?

Lo más nefando de todo es, que muchas veces el acosador se lava las manos y vive tan sosegado sin pensar en las consecuencias de sus actos que pueden marcar a sus víctimas… ¿y qué tal si ésta un día busca venganza? ¿Cómo sabe que no se le retribuirá todo lo cometido por sus malas acciones?

¿Ojo por ojo? ¿Y cómo culminaría todo? Por supuesto, tampoco hay que caer en que la humanidad debe sujetarse de manos y abrazarse para predicar la paz y olvidarse del pretérito; cada individuo tiene un criterio disímil, lo que a uno pudo no afectarle tanto… al otro, puede haberle derruido intrínsecamente.

Entonces, ¿cómo podría erradicarse todo esto? Tema complejo, algo que podría no resolverse en un par de minutos o quizás en toda una vida.

El libro de Cory Eiland es altamente recomendable, no basta con comentarlo; hay que discernirlo, reflexionarlo y seguramente más de uno podría identificarse con este rubro. Revísenlo, se aprovechará asaz bien el tiempo.


¡No olviden comentar, por favor! ¡Éxito en todo momento! 



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Otros títulos sobre acoso escolar:


Todos sabemos lo que pasó (Daniel González F.): aquí

Yo también sufrí acoso escolar (Ainara Conesa): aquí

El bullying es un asco (Juan Miguel Melgar Becerra): aquí      

Desde mi bullying: Feridas firmes, no sempiternas: aquí



2 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con eso del bulling, hay que ir tomando cada día más conciencia, muy buena recomendación, gracias, abrazo

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    1. En efecto, tanto el acoso como el abuso escolar deben culminar ipso facto puesto que este mal no pareciere detenerse.

      Muchas mercedes por tu atención, próximamente habrá más recomendaciones sobre el tópico. Hasta entonces, éxito y un amplexo.

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