Las apetencias son inherentes en el ser humano, como si
fuesen fisiológicas… No empeciente, en determinado período, se desvelará el
hircocervo ineluctablemente.
Fat City (1972) es un largometraje dirigido por el estadounidense John Huston, protagonizado por Stacy Keach, Jeff Bridges y Susan Tyrrell.
Postulado al Premio de la Academia por mejor
actriz de reparto —Tyrrell— en 1973, versa sobre dos pugilistas tomando direcciones
disímiles en el intervalo.
Se ha
escuchado y/o leído hasta la hartada el persuadir los sueños y anhelos propios,
donde uno deba intentar todo para conseguirles… ¿Corolarios?
¿Qué tan
acertado sería eso de ser bueno en algo?, ¡todos lo somos! De nuevo, ¿es algo
raciocinado o serán palabras de un expendedor de burlerías?
Un día,
existe la oportunidad de experimentar esa vehemencia —pugilismo, escritura,
pintura, composición musical…— y, por alguna razón, perenniza.
Más
adelante, por cierta circunstancia, uno recibe un impacto fulminante el cual
gestará el distanciamiento henchido de esa profesión.
Empero,
conforme el tiempo pasa, habrá de percatarse el todo quedar a la zaga y no se
mirará para nada hacia el futuro, porque a penurias el presente existirá.
Un día
se despierta pensando en que pudo ser harto mejor, cuando en verdad ¿sería
posible o resultaría ser un autoengaño para creer que algo bueno persistió?
No habrá
motivantes veros para levantarse, tal vez una potación alcohólica sea
suficiente para supervivir en este mundo tan tremebundo y caliginoso.
Se
laborará en empleos mal remunerados para medianamente yantar, alquilarse una
zahúrda o, cuanto menos, el sufragarse las adicciones corrientes.
¿Qué
sería ser bueno en algo?, en verdad ¿qué?, porque uno podría creer ser el más
apoteósico entre todos, merecedor de diversos loores y encomios.
O podría
culparse a la corrupción en cualquier ámbito o rubro, a reiterar ¿qué tan
verídico sería? No siempre estará relacionado con ello, ¿anotado?
Algunas
veces sí, puede serse la promesa de algo… Más adelante, todo fue expelido a la
vaciedad ¿a lamentarse por el pretérito y jamás fugarse de ahí?
Todo
tiempo pasado fue mejor, ¿en serio?, ¿acaso no habría algo más por qué bregar,
mirar o asentarse? En efecto, jamás será sencillo el levantarse.
No
obstante, hay que intentarlo alguna vez o ¿no? Quizás recibir el apoyo de las
amistades y seres amasios sea una probable solución… De poseerles, claro.
De uno
estragarse por la vacuidad de la existencia, se hallará a alguien más en
condiciones símiles ¿eso podría ser un aliciente para salir del atolladero?
Más
adelante, resultará peor lo proveniente de la compañía, ¿la razón?, por estar
en condiciones más que deplorables y deleznables que las propias.
¿El
observar a un individuo desmadejado y enteco?, para desear el no tornarse en
ello en lo subsecuente, pero ¿puede huirse de lo indeseado?
A la
postre, séase de agrado colectivo o no, arribará el óbito y quienes se
encuentren desolados en el mundo, no serán añorados en lo posterior ¿por qué?
Una película que hará discurrir sobre las decisiones tomadas, si está dirigiéndose a donde se quiere o lo contrario de, si hay algo por lo que luchar…
¿Comparte su perspectiva, por favor? ¡Muchas mercedes por su lectura!
¿Dónde conseguirle y/o mirarle?
Prime Video (EE.UU.): aquí
Crítica sobre la película (inglés):
Fat City (Roger Ebert, RogerEbert.com): aquí
Entrevista sólo al actor principal (inglés):
Stacy Keach Reflects... (James Knight, The Film Stage): aquí
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