martes, 23 de enero de 2024

Broken Flowers: Penuria existencial cuotidiana

 


Ficha técnica: aquí



Diversos días pueden no manifestar nada pletóricamente, tan sólitos que lucen como si la existencia no deparara estupor alguno… La impredecibilidad es latente.

Broken Flowers (2005) es una película dirigida por el director estadounidense Jim Jarmusch, protagonizada por Bill Murray y Jeffrey Wright.

Acreedora al Gran Premio del Jurado en el certamen de Cannes del año 2005, alude a un donjuán decadente el cual evalúa su propio existir.

En ocasiones la vida puede ser festiva, eufórica, alacre… donde se trata de pasarla estrambóticamente, sin cavilar tocante al futuro en general.

Puede lograrse el éxito pecuniario, ser propietario de latifundios o heredades, quizás ser un empresario señero o un político de ingente relieve.

Cuando menos aguardado, una nimiedad aparente puede permutar toda la perspectiva de quien le reciba, verbigracia ¿una misiva sin remitente?

Hay quienes aseveran que la vida es para vivirle, fruirle, gozarle… razón tendrían, ¿por qué no? No obstante, ¿planificar lo venidero?

No necesariamente puntualizar una jubilación, periplos por lares célicos… sino el hecho de ver si quiere forjarse raíces a lado de otro ser.

¿Sería negativo tornarse en progenitor?, ¿cimentar un recinto el cual se compartiría con los seres más propincuos sobre este planeta?

De no ser lo asentido, ¿persuadir otros horizontes en pos de saciar los recovecos del ser intrínseco que no se repletan con bienes materiales?

Individuos del pretérito, ¿qué tanto nos rememorarían y sería óptimo el rastrearles para emitirles nuestras interrogantes sobre tópicos puntuales?

Responsiones, ¿cuáles serían? ¿Respecto a lo que fuimos otrora, si dejamos una insignia indeleble o podría ser, que no nos evoquen del todo?

Nuestras acciones, ¿importarían a éstos en determinado lapso? ¿Dejaríamos algo para la posteridad o sólo somos pedestres grisáceos?

Alguno expondrá «deja tu huella», como ¿qué sería? Porque a diario observamos innúmeros rostros, ¿cuántos memoraríamos con limpidez?

De buscar revivirse membranzas, ¿propósito? Lo inveterado eso siempre será, nada puede retomarse por más que se anhele ¿para qué desazonarse?

Quien posea familia —pareja, descendencia…—, ¿sería ahítamente felice? O podría ser que, ¿ciertos instantes se tornen consuetudinarios y hasta soporíferos?

Hora de una jornada de introspección material, ¿qué buscaríamos y qué pesquisaríamos para arribar hacia ese resultado? Que sería ¿quimera pura?

No hay preseas, trofeos, finales estilo NES… Al contrario, como mentaría Anton Chekhov: sus historias no poseen finitudes como ¿la vida misma?

Largometraje el cual, con parsimonia, nos puntualizará cómo la existencia propia es subjetiva, a la par con que no pocas situaciones ¿vacarían de sentido?

Sea como fuere, caro lector, ¿compartiría su perspectiva por favor? Sin más, reciba un candoroso amplexo y jamás claudique en su búsqueda vital.


¿Comparte su perspectiva, por favor? ¡Muchas mercedes por su lectura!



¿Dónde conseguirle y/o mirarle?



Amazon Prime (México): aquí




Crítica sobre la película (inglés):



A Don Juan stuck in idle  (Roger Ebert, RogerEbert.com): aquí




Artículo sobre la película (inglés):



Broken Flowers (Stephen Applebaum, BBC): aquí

Broken Flowers: Interview... (Emanuel Levy, EMANUELLEVY): aquí



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